Cuando una mujer es madre ¿pierde su identidad de mujer?¿Deja de tener necesidades y aptitudes propias de las mujeres y se convierte solo en una madre?
Llevo pensando en esta entrada por algunos meses, y después de darle muchas vueltas he decidido enfocarla de la forma mas directa.
Estaba un día en mi cafetería preferida haciendo hora, me gusta ser muy puntual y en ocasiones aparezco demasiado pronto a las citas, y allí presencie una conversación entre dos chicas que me hizo pensar.
No llevaba ni cinco minutos allí, enfrascada en mi libro y con un café bien caliente entre las manos, cuando se sentaron en la mesa de al lado. Una estaba visiblemente enfadada, hablaban muy alto, y casi sin darme cuenta había dejado mi lectura a un lado y estaba enfrascada escuchando su conversación. Llamadme cotilla si queréis, yo simplemente me considero observadora, ademas, estaban hablando tan alto que hasta los de la cafetería de la cera de enfrente podían escucharlas.
A lo que iba. Una de estas chicas, llamemosla María(nombre ficticio) le explicaba entre lagrimas mas de rabia que de dolor, que su madre tenia novio. María rondaría los veintitantos largos, y esa actitud tan infantil me llamo la atención en un principio.
Según deduje por su conversación, su padre había muerto hacia algunos años, y su madre había tenido la desfachatez de enamorarse de nuevo. Su amiga (llamemosla Rocío) no decía nada, tan solo miraba a su amiga con una sonrisa beatifica en su boca, con la espalda recostada en la silla y tan solo asentía cuando lo consideraba oportuno.
Cuando María dejo de despotricar contra su madre y el nuevo novio de esta, le dijo de la forma mas calmada que pudo, que la consideraba una egoísta por preferir que su madre viviera el resto de su vida sola antes que dejarla ser feliz con la persona que evidentemente le había devuelto la sonrisa.
Aquella actitud me sorprendió pensé que apoyaría a su amiga sin lugar a dudas, pero no. Demostraba una actitud muy madura en lo referente al problema de su amiga. María decía que como era posible que su madre con cincuenta años ¡Cincuenta! pensara siquiera en tener una pareja, cuando tenia que estar en casa cuidando de sus nietos. Su amiga le recordó que no tenia hijos, y era hija única aquello hizo que una carcajada escapara sin querer de mi garganta.
Como había llegado la hora de mi cita, me levante de la silla renuente de dejar aquella conversación a medias, y me marche.
Al par de semanas, coincidiendo con mi revisión anual en el dentista, volví a la misma cafetería y cual no fue mi sorpresa al encontrarme a las dos amigas de la vez anterior.
Solo que ahora la escena era diametralmente opuesta.
Ahora la que gesticulaba de forma muy visible era Rocío, y María reía sin parar. Habían cambiado los papeles.
La tranquila Rocío estaba fuera de si, por que su madre, que casualmente también era viuda, había conocido a un hombre. Su amiga le pregunto de forma muy calmada " Pero... ¿no es de ser egoístas no dejar a tu madre ser feliz? ¿O es que cuando la madre que encuentra pareja es la propia, la situación cambia?"
Y yo me pregunto, ¿estamos los hijos preparados para dejar volar a los padres? ¿Si en vez de ser la madre, fuera el padre el viudo, seriamos mas consentidores con el?
Si ellos nos dejan hacer nuestra vida, por que eso es lo que les exigimos ¿No seria justo hacer lo propio a su vez? ¿Vemos esas relaciones como algo normal cuando no es uno de nuestros progenitores el actor principal de la obra?
Son preguntas complicadas a las que no me atrevo a dar respuesta, pero estoy segura de que entre todos sacaremos algo en claro.
Es complicado esto de ser hijos, al menos tanto como ser padres.
Jane